Desbloqueando el poder del cannabidiol (CBD) en los trastornos psiquiátricos

David Mischoulon, M.D., Ph.D.
Director, Programa Clínico y de Investigación sobre la Depresión, Massachusetts General Hospital;
Profesor de psiquiatría, Harvard Medical School

• El CBD es un fármaco cada vez más popular con posibles aplicaciones psiquiátricas.
• Se debe tener precaución al usar CBD en personas con ciertas condiciones médicas y en mujeres que estén embarazadas o en periodo de lactancia.
• Se debe tener precaución si un paciente utiliza una preparación de CBD que contiene THC.

Ahora hablaremos del cannabidiol o CBD. Se trata de un fármaco cada vez más popular que cuenta con algunas evidencias como potencialmente útil para los trastornos psiquiátricos. Así que hablaremos de eso y de las recomendaciones.

El CBD representa el cannabinoide constituyente del cannabis o marihuana.

Se vende en varias formas diferentes, por ejemplo, un aceite que sólo contiene CBD pero no THC.
También puede obtenerse como aceite de extracto de CBD dominante en toda la planta o puede comprarse en forma de cápsulas de cannabis seco o como solución líquida.
Se vende abiertamente en la mayoría de los estados y es cada vez más accesible al público en general.

Curiosamente, el CBD está aprobado para el tratamiento de ciertas afecciones médicas. Por ejemplo, en Canadá y Suecia, está aprobado para tratar el dolor relacionado con la esclerosis múltiple. En EE.UU., el CBD está aprobado para ciertos trastornos de epilepsia infantil.

Se cree que el CBD actúa mediante múltiples mecanismos, incluidos los serotoninérgicos. Por lo tanto, puede tener aplicaciones en diferentes trastornos psiquiátricos.

Sus efectos secundarios son variados pero generalmente benignos. Se ha informado de somnolencia, así como de disminución del apetito, diarrea, fatiga, malestar, debilidad e insomnio.

Sin embargo, no se han registrado efectos intoxicantes graves.

Jerome Sarris y Colaboradores han realizado recientemente una revisión sistemática de los productos derivados del cannabis y voy a resumir los puntos clave de esta revisión.

En general, la revisión apoyó que el CBD puede ayudar a reducir los síntomas de la ansiedad social.
Para otras afecciones como la esquizofrenia, las evidencias eran mixtas pero principalmente positivas.

También había evidencias limitadas del CBD en cuanto al tratamiento del insomnio y el TEPT.

No hubo evidencias del beneficio del CBD en la manía.

Por último, hubo algunas evidencias de la eficacia de una combinación oral de cannabinoides y terpenos en el TDAH.

¿Qué recomendaciones podemos hacer con respecto al CBD?

En general, debe tenerse precaución con cualquier formulación que incluya altos niveles de THC, que pueden resultar más embriagadores.

Esto es especialmente importante si es un joven quien lo consume o alguien con un trastorno ansioso o psicótico.

Como con muchos de estos fármacos, se recomienda empezar poco a poco e ir poco a poco, titulando gradualmente.

La dosificación del CBD puede ser compleja dependiendo del tipo de formulación y del sistema de administración que esté utilizando.
Los informes de investigación se han centrado generalmente en dosis que oscilan entre 200 y 800 mg al día, por lo que puede tener sentido empezar en algún punto de ese rango.

Un paciente que reciba CBD debe ser evaluado regularmente por su psiquiatra para asegurarse de que está bien y de que no tiene ningún efecto adverso potencial.

Se recomienda precaución en personas con trastornos cardiovasculares o respiratorios.

Y del mismo modo es importante tener mucho cuidado en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Por último, es importante tener en cuenta la seguridad laboral. Si el individuo, por ejemplo, trabaja con maquinaria pesada en un trabajo en el que podría lesionarse a sí mismo o a otras personas, es importante asegurarse de que no sufre ningún tipo de impedimento cuando está en el trabajo.

Para ilustrar el uso potencial del CBD, nos fijaremos en nuestro tercer paciente, al que llamaremos William.

William es un hombre de 25 años con esquizofrenia. Su enfermedad se manifiesta en parte por ansiedad social especialmente en grupos grandes como en el programa de día en el que participa.

Toma risperidona, que controla bastante bien sus síntomas, pero es incapaz de tolerar dosis más altas porque le producen efectos secundarios.

Su psiquiatra añadió una dosis baja de CBD a su tratamiento y el resultado de ello fue un mejor control de sus síntomas psicóticos, una notable reducción de la ansiedad social y la capacidad de comprometerse un poco mejor al participar en los grupos de su programa diurno.

Resumiré esta sección con tres puntos clave.
El CBD es un fármaco cada vez más popular con aplicaciones psiquiátricas potenciales, incluso en algunos trastornos de ansiedad y psicóticos.

No obstante, hay que tener precaución al utilizar CBD sobre todo en personas que padecen ciertas afecciones médicas y también hay que tener precaución en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

Por último, hay que tener especial precaución si un paciente está utilizando un preparado de CBD que contiene THC, lo que podría suponer un riesgo de efectos adversos más graves.

Referencias

• Sarris, J., Sinclair, J., Karamacoska, D., Davidson, M., & Firth, J. (2020). Medicinal cannabis for psychiatric disorders: A clinically-focused systematic review. BMC Psychiatry, 20(1).